"Educación", una palabra simple pero una realidad un poco complicada cuando se añaden uniformes, maestros, libros, pruebas, asignaciones etc... Mi deseo siempre fue educar a mis niños en el hogar, ya que mis experiencias escolares nunca fueron muy placenteras. A mí me hubiese encantado que me educaran en el hogar, pero en los tiempos de mi madre el concepto de "homeschooling" simplemente no era conocido; y no sé si ella se hubiese sentido capacitada para hacerlo. Mi deseo de hacer homeschooling se materializó con mis chicos cuando el mediano iba para kinder y la chiquita iba para pre-kinder. Durante ese trayecto de dos fabulosos años, me moví dentro del espectro de homeschooling de un sistema bien rígido de enseñanza a modalidades liberales como Charlotte Mason y "unschooling". Definiría mi estilo como ecléctico.
Después del divorcio del padre de mis niños, mis posibilidades de hacer "homeschooling" se vieron maniatadas por las responsabilidades de tratar de llevar yo sola la carga del hogar. Las experiencias en los colegios y escuelas en las que mis niños han estado han sido agridulces. Nunca he sentido que el esfuerzo y el dinero que se invierte ha sido bien utilizado. Ha sido más socialización y menos educación; han habido muchas graduaciones y actividades pero poco aprovechamiento. No que mis niños no dominen las destrezas, pero podrían estar mucho mejor, y encima de esto, no disfrutan del proceso de "aprendizaje". A cada rato me dicen "mami danos homeschooling otra vez". De veras que me encantaría pero ahora que voy a comenzar mi doctorado en psicología, temo no tener el tiempo suficiente para hacerlo de manera responsable. Estoy en esa encricijada, y en esto pienso hoy... pero mientras más recuerdo lo felices que éramos haciendo homeschooling más me inclino a esa alternativa.
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